domingo, 18 de mayo de 2008

Mí-Mi-E


Una pluma cayó sobre su cabeza. Él se creyó indio, y los piojos tenían a un dios que alabar. Además de subir las escalinatas, sus muslos romanos recordaban la llegada a Machu Pichu. Como aquel día donde el vidrio se quiebra para fundirse con la luz, la ampolleta eran las estrellas que como una gran explosión formó distintos planetas, rojos, azules. Mientras unos crecían, otros morían. Era el pan el mayor motivo de su revolución, ojala nunca lo hubiera conocido, para así necesitar de lo imaginable. Como las rayas, hoyos, que marcaban en el piso que unas manos ajenas iban a entrar a su estómago, para después salir con oro, guerra, plumaje (ya no sobre su cabeza).
-¿Cuánto costó?
-500 pesos.
-Esto va de mal en peor. Te creció un bigote.
-Sí, en el camino...

1 comentario:

Guillôm dijo...

Sisi, ya me di cuenta que sos quien sos.
Pero en realidad,
no sé realmente quien sos..
COPLICADO che..

Por lo menos lo que si se de vos es que me gusta como divagás sobre el papel. ^^

Saludos terrícola.